EUROPA
PRESS
22 mayo
2018
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trucos para tener una piel diez
La piel es uno de los órganos más
extensos del cuerpo y actúa como barrera frente a las influencias de presión o
fricción, los productos químicos nocivos, el calor y el frío, las radiaciones
solares y los microorganismos dañinos. Además, ayuda a tener una correcta
percepción sensitiva, gracias a los receptores de tacto, presión, temperatura y
dolor que contiene.
Todas estas funciones las lleva a cabo a través de las tres
capas que la forman. La epidermis es la más externa y constituye la cubierta de
protección contra influencias ambientales; la dermis, diez veces más gruesa que
la epidermis, es el tejido de sostén de la piel y responsable de su elasticidad
y fortaleza; y la hipodermis, que protege el tejido muscular absorbiendo los
impactos gracias a los adipocitos, que son unas
células de grasa que aíslan el cuerpo del frío y del calor y almacenan
importantes nutrientes.
"Despedido ya el invierno y con el verano a la vuelta
de la esquina, la primavera es el momento perfecto para intentar mitigar los
daños que el frío, la polución o los cambios bruscos de temperatura hayan
podido causar en nuestra piel y prepararla para la exposición al sol y los
largos periodos al aire libre", ha comentado la experta del departamento
científico de Cinfa, Maialen
Elizari.
Por ello, y con el objetivo de asegurar que la piel tenga un
estado óptimo, la experta ha aportado diez consejos:
- Transforma
en un hábito la higiene diaria del rostro. Es fundamental limpiar la piel
del rostro por la mañana y antes de acostarte, con el fin de eliminar
impurezas y maquillaje. Para que esta limpieza sea efectiva y no agresiva,
hay que utilizar productos específicos para el rostro.
- Hidrata la
piel por fuera. La hidratación constituye otro de los secretos de una piel
sana y elástica, no sólo en el rostro, sino en todo el cuerpo. Para
lograrla de forma efectiva, hay que elegir leches hidratantes que se
adapten a tu tipo de piel y aplicarlas diariamente mediante suaves
masajes.
- Y por
dentro: beber agua de manera abundante. El agua mantiene la piel hidratada
y ayuda a eliminar toxinas. El truco está en ingerir líquidos regularmente
(entre uno y dos litros diarios) y sin esperar a tener sed.
- Tomar
frutas y verduras. Los antioxidantes, vitaminas y minerales que contienen
son los aliados perfectos para una piel sana y luminosa. Por ejemplo,
alimentos como la granada, la manzana, la zanahoria, los cítricos y la
piña poseen propiedades antinflamatorias,
depurativas o protectoras, entre otras. También los cereales integrales
pueden ser muy beneficiosos, porque son fuente de antioxidantes, que
ayudan a frenar los efectos del envejecimiento.
- Adapta los
cuidados de la piel a la edad. Las necesidades de la piel evolucionan con
la edad: si eres joven, demandará sobre todo hidratación; y conforme se
van cumpliendo años, hay que dedicarle más tiempo, cuidados antioxidantes
y una buena dosis de nutrición.
- Fotoprotección
durante todo el año. No solo en verano hay que resguardarse de las
radiaciones solares, también tienes que tomar precauciones el resto del
año y en días nublados. Junto a los correspondientes fotoprotectores de
alta graduación y adaptados al fototipo, serán bienvenidas gafas de sol,
gorros y sombreros.
- Vigilar la
aparición de manchas. Frecuentemente producidas por una incorrecta
exposición al sol, hay que permanecer alerta frente a las pigmentaciones
con el fin de evitar su extensión u oscurecimiento. Además, hay que
prestar atención a las pecas y lunares y, en caso de percibir variaciones
importantes en su tamaño o color, acudir a un dermatólogo.
- Mimar las
manos. La delicada piel de su dorso es una de las partes del cuerpo que
más refleja la edad y, si a ello se suma su exposición continua a agentes
como el sol, el frío y el agua, es crucial que se hidraten con cremas
específicas y se protejan con guantes de las bajas temperaturas.
- Cuello y
escote también existen. Su piel es muy fina y está muy expuesta a las
agresiones del entorno. Limpieza, hidratación, nutrición y fotoprotección constituyen
de nuevo las claves para que esta parte del cuerpo se mantenga elástica y
firme.
- Ellos,
también. Esta no es una cuestión exclusivamente femenina y la población
masculina también debe ser consciente de los cuidados precisos para que la
salud se refleje en su piel.